A principios de enero de este año fueron asesinados en Córdoba dos jóvenes estudiantes de la Universidad de los Andes, un hecho trágico que conmocionó a todos los colombianos. Sin embargo es claro que éste no es un caso aislado, ni tampoco el único en este departamento o el país. Gestores culturales, maestros, jóvenes y campesinos muertos en los primeros días del año en Córdoba, antecedieron a este crimen horrendo. Este hecho tan lamentable parece sugerir una grave realidad: Que la violencia pareciera retornar a este departamento, aquella violencia que imperaba cuando estructuras de las AUC disputaban territorios con diferentes grupos guerrilleros, y que en el 2003 logró ser en gran medida menguada mediante la Política de Defensa y Seguridad Democrática.
Desde su implementación en el 2003, la Política de Defensa y Seguridad Democráticacontribuyó significativamente en la disminución de las cifras de violencia en el país y en Córdoba. Cifras tanto institucionales como de ONG´s reconocen este hecho: de acuerdo a las cifras del Observatorio de Derechos Humanos, la violencia disminuyó de forma generalizada en todo el país del año 2002 a 2003: de 28.837 homicidios a 23.013, una tendencia que se prolongó durante los años siguientes. Los estudios de la Corporación Nuevo Arco Iris mencionan que las acciones bélicas de las FARC EP disminuyeron de 2063 en 2002 a 541 en 2008. El CINEP, afirma que las violaciones a los Derechos Humanos de 2002 a 2007 también disminuyeron durante ese periodo: de 3.177 en el 2002 a 1.959 en el 2009.
Si bien esta fue una tendencia nacional, lo propio ocurrió en Córdoba: Según las cifras del observatorio de derechos humanos la tasa de homicidio en Córdoba disminuyó de 2003 a 2005 de 18,43 a 11, 43.
Sin embargo las cifras no parecen ser tan optimistas estos últimos años, en particular el año 2009 ha sido un catalogado como un periodo de recrudecimiento de la violencia.Las cifras presentadas por el Instituto de Medicina Legal, manifiestan que se ha pasado de 3.031 homicidios en 2008 a 17.717 homicidios en 2009.
A nivel departamental, en el caso de Córdoba tanto Codhes como las cifras del Observatorio de los Derechos Humanos confirman esta situación, en donde se evidencia un recrudecimiento de la violencia, que en el caso particular de Córdoba viene incluso desde años anteriores, en especial desde el 2006. Para el periodo de 2008 los homicidios aumentaron en este departamento en un 9%, los homicidios de alcaldes en un 100%, de indígenas en un 33%, de sindicalizados en un 100%, homicidios de maestros en un 100%.
Esta tendencia de aumento de homicidios desde el 2006 se explica en Córdoba principalmente por la aparición de bandas emergentes en diferentes municipios del departamento durante este año y los subsiguientes: Águilas Negras o Don Mario, los Paisas y los Rastrojos.
Así pues, ¿qué está ocurriendo con la política de defensa y seguridad democrática que arrojaba tan alentadoras cifras desde su implementación? ¿Acaso nos encontramos ante un retroceso de esta política? El asesinato de Mateo Matamala y Margarita Gómez no es sino uno de los centenares de ejemplos que evidencian una situación del recrudecimiento de la violencia en esa región. No es un caso aislado del año 2011, sino que refleja un escenario de violencia que viene en aumento desde el 2006como lo ponen de presente las estadísticas para este departamento. No es aceptable que ahora las autoridades simplemente nos cuenten que las Bacrim han crecido , ni que tienen ya una organización de algunos miles de hombres armados , ni que su fuente de financiación es el narcotráfico. Todo eso ya lo vivimos en el pasado con guerrillas y AUC y precisamente lo que hicimos al llevar Policía y Fuerzas Militares a todos los municipios de Colombia en el 2003, garantizaba la terminación de estas masacres y de la violación sistemática de los derechos a la vida, seguridad y libertad de todos los ciudadanos por cuenta de esos grupos.
Muchas víctimas ha cobrado esta violencia, que deben ser también recordadas, entre ellas Arnedys Fuentes Ramos, tendero de 42 años de San Bernardo del Viento, Iraldo José Rivero vendedor de Cocos asesinado por sicarios en la Vereda las Vegas, Miguel Cochero Mozo habitante del corregimiento de las Garitas jurisdicción de Lorica, entre muchos otros. Desafortunadamente esta realidad ha cobrado la vida de dos jóvenes con vidas promisorias para que nuestra sociedad pudiera visibilizarla.